Preguntas frecuentes – Retina

La visión de miodesopsias (moscas volantes) es una situación muy frecuente y, en general, benigna. 

Habitualmente están causadas por el desprendimiento posterior del vítreo, que es una situación común con la edad.

Conforme nos hacemos mayores, el humor vítreo (gel que rellena la mayor parte del globo ocular)  tiende a deteriorase. Sufre lo que se llama sinéresis y pierde mucha contenido en agua, con lo que comienzan a aparecer en su interior, huecos (lagunas vítreas) que acaban rellenos de Humor Acuoso. Esto le ocasiona una perdida de volumen que hace que acabe despegándose de la retina. 

Entonces es cuando comenzamos a ver puntos negros que se mueven (los solemos llamar moscas volantes) e incluso podemos ver destellos luminosos, como flashes en la periferia de nuestro campo visual; que pueden persistir con una duración variable, aunque suelen disminuir con el tiempo.

En general, esta situación no precisa tratamiento; ya que no hay forma de detener el proceso de envejecimiento del Humor Vítreo; pero es conveniente una valoración completa por su Médico Especialista en Oftalmología para descartar, entre otras cosas, un Desprendimiento de la Retina.

La Inyección Intravítrea es una forma de inyección intraocular (aunque el ojo sea pequeño, se puede pinchar en varios sitios diferentes, según la necesidad) que se usa para tratar, en otras cosas, la Degeneración Macular asociada a la Edad (DMAE) y otras patologías retinianas.

En este procedimiento se pincha el ojo, con una aguja muy fina (30g: apenas se nota el pinchazo), para inyectar en la cavidad vítrea, fármacos que actúan, de forma más o menos prolongada, sobre la retina (sobre todo, en su área central, la mácula). 

La patología más tratada con Inyecciones Intravítreas es la Degeneración Macular; aunque se tratan otros casos, como edemas maculares, trombosis venosas, uveitis, altas miopías, etc.

Las Inyecciones Intravítreas (en realidad, los fármacos que se inyectan mediante esta técnica), obtienen resultados buenos, comparados con los obtenidos con otras modalidades terapéuticas (Láser, tratamientos médicos, etc) y evitan las complicaciones asociadas a los procedimientos quirúrgicos. 

Es posible, pero depende del tipo de Diabetes que padezca y del tiempo de evolución.

La retina es, posiblemente, uno de los tejidos de nuestro organismo que consume más glucosa y oxígeno y aunque su trama vascular es similar a la de otros tejidos similares, hay un tipo de células (pericitos) que son especialmente frágiles ante la diabetes.

La Retinopatía Diabética comienza con pérdidas de este tipo de células que forman las paredes de los vasos, lo que provoca la aparición de microaneurismas paramaculares, hemorragias, áreas de isquemia, inflamación, neovascularización, etc.

Es fundamental una control periódico completo por su Médico Especialista en Oftalmología para descartar de forma precoz, la aparición de daños retinianos.