Enfermedades Oftalmológicas

La catarata es la opacidad del cristalino, la lente que todos tenemos en el ojo detrás de la pupila y que nos permite enfocar de forma nítida las imágenes sobre la retina. Con la edad, el cristalino pierde transparencia, dificultando el paso de la luz al interior del ojo, haciendo que el paciente note una pérdida progresiva e indolora de visión.

Constituye la primera causa de ceguera reversible del mundo (más de 17 millones de personas) y, en los países desarrollados, es la patología más intervenida

Dado el envejecimiento progresivo de la población, cada día su prevalencia va en aumento.

El glaucoma no es una enfermedad única, si no un grupo de situaciones diversas que tienen en común el daño progresivo e irreversible del nervio óptico y, en muchos casos, pero no siempre, una Presión Intraocular (PIO) elevada.

El nervio óptico transmite las imágenes recibidas en la retina, en forma de estímulos nerviosos, hasta al cerebro.

El glaucoma provoca daños a las células ganglionares de la retina, que son las que forman el nervio óptico. Esta perdida de fibras nerviosas hace que el campo visual se reduzca si la enfermedad es tratada a tiempo.