De forma general, consideramos normal una Presión Intraocular (PIO) (…No tensión ocular, es PRESIÓN) por debajo de 21 mm Hg (milímetros de Mercurio). Toda PIO superior a 20-21 mm Hg debería hacernos sospechar de que el paciente tiene un posible glaucoma.
Pero esto no va a ser tan sencillo; hay pacientes que padecen glaucoma, con daños sobre sus nervios ópticos, con cifras de PIO inferiores a 20 mm Hg y, por otro lado, encontramos a pacientes con PIO superior a 21 mm Hg que no padecen un glaucoma, es decir no presentan daños en las fibras del nervio óptico.
Por esto, la asociación fácil de «tengo la tensión por encima de 20, luego tengo un glaucoma» no es, en absoluto, correcta.
El glaucoma es una neuropatía óptica de carácter degenerativo, que afecta a las fibras de las células ganglionares de la retina, produciendo unos daños característicos con unos patrones de perdida del campo visual propios y que está afectada por factores variados (muchos ellos desconocidos en la actualidad) y, entre ellos, la Presión Intraocular elevada es el más importante.
Y es el más importante, porque es el único sobre el que podemos actuar, para reducirla y así intentar evitar la progresión del daño.
El glaucoma es, en la actualidad, la primera causa de ceguera irreversible del mundo. Más de 60 millones de personas lo padecen y el principal problema es que más del 50% no lo saben.
El Glaucoma de ángulo abierto primario (GAAP) supone más del 90% de la totalidad de los glaucomas, y en este tipo se encuentra una Presión Intraocular elevada, mayor presión que las fibras del nervio óptico son capaces de soportar sin sufrir daños irreversibles.
La PIO elevada durante un tiempo (variable, según el paciente, la PIO y el tiempo) puede ocasionar daños irreparable al nervio óptico. Si se dañan todas las fibras del nervio óptico (o una cantidad suficiente), se deteriora la transmisión de imágenes hasta el cerebro, provocando la ceguera.
Todas las personas con más de 20 mm Hg, ¿padecen Glaucoma?
No todas las personas con PIO superior a la supuesta normalidad (más de 21 mm Hg) sufren daños anatómicos en el nervio óptico, y por tanto NO padecen un glaucoma. A esta situación la conocemos como Hipertensión Ocular (HTO). Deberíamos considerarlos sospechosos de llegar a desarrollar en un futuro un glaucoma porque tienen riesgo mayor de sufrirlo, pero no obligatoriamente.
También existe la situación opuesta; pacientes con PIO inferior al nivel de normalidad, pero que SI tienen daños sobre el nervio óptico. En estos casos hablamos de Glaucomas de Baja Presión o Presión Normal.
En la actualidad, NO SABEMOS CURAR EL GLAUCOMA, pero diagnosticado a tiempo y tratado correctamente, podemos controlar la evolución evitando un daño progresivo, tanto anatómico sobre el nervio óptico, como funcional a nivel del Campo Visual. Por esto, es MUY IMPORTANTE, realizar controles periódicos por su Médico Especialista de Oftalmología.